miércoles, 11 de junio de 2014

El traje de los domingos

Uno se pone el traje de los domingos 
con la vieja ilusión que el amor perdura. 
Enfrascándose en viejas andaduras 
Creyendo entregarlo todo 
cayendo en porfiar la mitad
Robando medio verso. 
Iluso el que ríe y no sabe porqué 
el que llora y no tiene un porqué. 
El que ama sin mirar a quién. 
Me he puesto el traje de los domingos 
y mi frescura os ha engalanado. 
La traición sirvió en la mesa 
desconfianza y asechanza 
en envoltorio rosa fucsia. 
He desnudado el frasco rosa 
y soltado las culebras. 
Y hoy ya no te guardo más 
El tesoro escondido. 
El traje de los domingos vuelve al armario. 
Para cuando sea domingo. 
Y vuelva el frío a este harén.