lunes, 26 de octubre de 2020

CALLAR HABIENDO HABLADO

CALLAR HABIENDO HABLADO



Fue amado en silencio.

Se lo gritaron en el rostro inmóvil 

con congoja en las entrañas.

Se retuvo minúscula, sollozando, 

recordando cada fecha 

grabada en el tiempo, 

como cuentan las agujas del reloj.

Cada día avanza y cae, todo se repite como un cálculo exacto. 

¿Y si volviese el momento imperecedero a empezar?

¿estará lista y dispuesta

a emprender de nuevo,

más grande y repuesta,

sin lágrimas a punto del derrame 

sabiendo distinguir aquello verdadero 

de lo que se antoja falso?

Eso es el saber —se dice—, callar habiendo amado, 

aún con el desatino, 

de hablar, sin haber callado,

de callar, cuando ya todo ha acabado. 

Y así un nuevo día,

una nueva fecha.

Un nuevo amor.