Volvería a increpar
raptar
instintos que aflijan la delincuencia
pasajera,
los allanamientos de morada interna,
la privacidad
puesta en debate;
ser discreto
no es un intento
no es un arrebato,
nos acurrucamos en la insolencia
para sentir un anhelo
de ráfagas vespertinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario